Vueling destino Londres
Valeria y Julio
Que en vuestra vida amanezca siempre
un regazo de luz para compartir.
Amanece el amor en la piel del alma
deshilando los flecos de la noche,
y en cada rosa de esta fragua
nace un regazo de ternura.
Hoy dos labios son el mismo arpegio,
dos vientos la misma brisa
como siembra y cosecha en el ajuar de canela.
¿Porqué descifrar el archivo de los sueños
si es la historia quien escribe esta dulce partitura?.
Los pies anudan las veredas
cuando la geografía emocional aguarda.
Florece el beso en el telar infinito
y un aroma de desnudos pétalos se viste
con los acordes tallados nota a nota.
Vuestro camino es hoy vértice y orilla,
desde la tibia conjunción de dos pronombres,
para navegar juntos en el océano del amor.
Ma. del Carmen Álvaro
Pontevedra, 01-08-09
Que en vuestra vida amanezca siempre
un regazo de luz para compartir.
Amanece el amor en la piel del alma
deshilando los flecos de la noche,
y en cada rosa de esta fragua
nace un regazo de ternura.
Hoy dos labios son el mismo arpegio,
dos vientos la misma brisa
como siembra y cosecha en el ajuar de canela.
¿Porqué descifrar el archivo de los sueños
si es la historia quien escribe esta dulce partitura?.
Los pies anudan las veredas
cuando la geografía emocional aguarda.
Florece el beso en el telar infinito
y un aroma de desnudos pétalos se viste
con los acordes tallados nota a nota.
Vuestro camino es hoy vértice y orilla,
desde la tibia conjunción de dos pronombres,
para navegar juntos en el océano del amor.
Ma. del Carmen Álvaro
Pontevedra, 01-08-09
El novio en las horas previas
"Oakfield House", (Beckenham), castillito alojamiento y sede de la fiesta.
Una historia de amor
La luz del atardecer londinense se resistía a desaparecer, y jugaba a esconderse en pequeños corazones de cristal para reaparecer proyectada en figuras multicolores.
La centenaria casona en silencio, parecía más vieja y más grande.
Puertas y ventanas altísimas, con su mobiliario de época, elegante cortinado y amplios ambientes, propio del estilo gótico victoriano de la época de su construcción, 1871.
La luz del atardecer londinense se resistía a desaparecer, y jugaba a esconderse en pequeños corazones de cristal para reaparecer proyectada en figuras multicolores.
La centenaria casona en silencio, parecía más vieja y más grande.
Puertas y ventanas altísimas, con su mobiliario de época, elegante cortinado y amplios ambientes, propio del estilo gótico victoriano de la época de su construcción, 1871.
Una suave brisa acariciaba el patio encantado, trayendo hasta mi
el fresco aroma de la hierba recién cortada, de un verde pintado en la retina de mis sueños.
El viejo roble presidía el bosque convertido en paraíso para ardillas, cuervos y palomas.
En el cielo, pájaros y aviones rivalizaban por trazar el dibujo más original.
Era la calma previa al gran momento de mi vida, a la batalla grande de las emociones más profundas. Era la víspera de un día maravilloso que tenía impreso en mi destino.
Toda la comunidad que forman los seres más queridos estaban presentes, algunos en carne y hueso, otros de pensamiento, palabra y corazón. De mil maneras distintas aportando su granito de arena para levantar entre todos un fantástico castillo de realidad soñada y sueño realizado.
Era el día en el que depositaría a mi hija en los brazos de un hombre con la ilusión y el deseo de que la siga cuidando y queriendo como su madre y yo lo hemos venido haciendo desde que nació.
El día había llegado, y fue vivido con alegría y emoción desbordada, unmomento de felicidad que sería incompleta si no la compartimos ahora con todos ustedes.
El 1º de Agosto de 2009, en el Civic Centre de Bromley, condado de Kent, Inglaterra, familiares y amigos de más de catorce nacionalidades fuimos testigos del histórico acontecimiento de la multiracial boda de Julio y Valeria.
Una prueba de que el amor no tiene fronteras, no sabe de nacionalidades, ni le importa las distancias. Como ejemplo, la presencia de la abuela casi octogenaria venida del otro lado del charco, o los 40.000 km de vuelo de Lidia y Teresa desde la lejana Patagonia.
el fresco aroma de la hierba recién cortada, de un verde pintado en la retina de mis sueños.
El viejo roble presidía el bosque convertido en paraíso para ardillas, cuervos y palomas.
En el cielo, pájaros y aviones rivalizaban por trazar el dibujo más original.
Era la calma previa al gran momento de mi vida, a la batalla grande de las emociones más profundas. Era la víspera de un día maravilloso que tenía impreso en mi destino.
Toda la comunidad que forman los seres más queridos estaban presentes, algunos en carne y hueso, otros de pensamiento, palabra y corazón. De mil maneras distintas aportando su granito de arena para levantar entre todos un fantástico castillo de realidad soñada y sueño realizado.
Era el día en el que depositaría a mi hija en los brazos de un hombre con la ilusión y el deseo de que la siga cuidando y queriendo como su madre y yo lo hemos venido haciendo desde que nació.
El día había llegado, y fue vivido con alegría y emoción desbordada, unmomento de felicidad que sería incompleta si no la compartimos ahora con todos ustedes.
El 1º de Agosto de 2009, en el Civic Centre de Bromley, condado de Kent, Inglaterra, familiares y amigos de más de catorce nacionalidades fuimos testigos del histórico acontecimiento de la multiracial boda de Julio y Valeria.
Una prueba de que el amor no tiene fronteras, no sabe de nacionalidades, ni le importa las distancias. Como ejemplo, la presencia de la abuela casi octogenaria venida del otro lado del charco, o los 40.000 km de vuelo de Lidia y Teresa desde la lejana Patagonia.
Y todos cantaron:
"A dónde se fueron?...para la Habana
y cuándo salieron?...por la mañana
...........................................................
y empezaron juntos los dos, un nuevo camino,
encadenado su corazón al mismo destino...”
y empezaron juntos los dos, un nuevo camino,
encadenado su corazón al mismo destino...”
Valeria con hijos de amigos y algunos de sus alumnos
Y encontraron el amor...
Canción
Una mañana salió Julito del malecón,
maleta en mano, el son cubano con gusto a ron,
atrás quedaban buenos recuerdos, cosas queridas,
pero el destino llamó a su puerta, cambió su vida.
De un rinconcito de Patagonia salía ella,
cruzando el mar hasta encontrar su añorada estrella
traía tanto, con mucho encanto, luz y color
pero Cupido le hizo llegar su flecha de amor.
Y encontró Julito el amor, con una argentina
porque "ya tu sabes" da más calor la sangre latina
Y encontró Valeria el amor, con un habanero,
después de esperar y de mucho andar
por el mundo entero.
Y empezaron juntos los dos, un nuevo camino
encadenando su corazón al mismo destino.
A dónde se fueron?....para la Habana
y cuando salieron?.....por la mañana.
A dónde se fueron?...a Bariloche
y cuando salieron?.....a media noche.
A dónde llegaron?..... a Inglaterra
pero no se olvidaron... nunca de su tierra.
Y dicen que la vieron a la muchacha
bailando milonga con la guaracha.
Y dicen que la vieron con los hermanos
bailando el tango y el son cubano.
Qué suavecito, que sabrosón,
ay qué bonito que baila el son.
Con este ritmo quiero bailar,
venga mi negra vamos a gozar.
