Que David Bisbal llene Castrelos es algo más o menos esperable, pero que en una noche de verano la poesía sea capaz de reunir veinte mil personas en un anfiteatro abierto, es todo un acontecimiento artístico sin precedentes y un signo más del vuelo cultural que está tomando Vigo en los últimos años.
Para entenderlo mejor, tres poderosos elementos jugaban a favor, el impresionante escenario natural de Castrelos, la voz y arte de Joan Manuel Serrat y sobre todo, la belleza poética de Miguel Hernández.
El nuevo trabajo de Serrat “Hijo de la luz y de la sombra” es uno de los homenajes que el poeta de Orihuela está recibiendo en el año en que se cumple el centenario de su nacimiento. Dentro de su gira española, hoy le tocó a Vigo llenarse de la magia y la fantasía de esta magistral conjunción de estrellas.
Niño yuntero, Nanas de la cebollas, Para la libertad, cuántos recuerdos, cuánta belleza.
Como en otros tiempos, Serrat y Hernández fueron la combinación perfecta para una noche especial, intimista, de aforo completo, de público entregado, de emociones y sentimientos a flor de piel en la que se mezclaron temas poco conocidos con otros de gran popularidad pero todos, de gran calado social. El amor, la libertad, las injusticias sociales, temas eternos de los poetas pero recitados y cantados de manera que golpean y acarician a la vez, sacuden y despiertan conciencias, verdades sangrantes en garganta de terciopelo.
Aplauso para los organizadores, acierto pleno en las Festas do Veran de Vigo trayendo a un artista excepcional, para quien no pasan los años. A pesar de los sustos de su salud, Joan Manuel continúa prodigando su magia por los escenarios del mundo con su guitarra, sus músicos y un apoyo audiovisual acorde con los tiempos que corren. No me extraña que le otorgaran recientemente el Premio Nacional de Cultura. Méritos le sobran.
Enamorado de su arte, desde varias décadas atrás en Argentina, donde también es un ídolo para varias generaciones, me siento un privilegiado por haber podido asistir a este magno acontecimiento, (sin duda uno de los grandes hitos culturales del año), y feliz por constatar que la palabra sigue siendo un arma fundamental en la lucha por los derechos de los ciudadanos, que la música sigue siendo el medio más eficaz para aglutinar voluntades, y que la poesía sigue siendo sustrato idóneo para que florezca lo mejor del ser humano.
Jaime Correa Deulofeu
Vigo, 22 de Julio de 2010
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